LA PUERTA

Tener una casa de casi 130 años tiene mucho encanto, pero también muchos contratiempos; por aquel  entonces no era tan importante que las paredes quedaran derechas y, mucho menos, que resultaran estéticas.

 Nosotros hemos intentado adaptarnos en la medida de lo posible a las circunstancias tan peculiares de nuestra morada y, en ocasiones, le sacamos mucho provecho, pero hay zonas que no resultan muy cómodas.

¡La puerta! ¿donde esta la puerta? pues no tengo puerta, el paso de la cocina al pasillo lo tengo atragantado y no doy decidido la mejor solución, es una zona complicada por sus paredes de casi un metro de grosor y su peculiar inclinación, acompañado de un ancho extra; me gustaría algo que resultase cómodo de abrir y cerrar y que no ocupe espacio cuando este abierta.

He visto tantas opciones que estoy borracha de puertas, las plegables me parecen una buena elección, pues el espacio alrededor es reducido.

Las correderas son las que menos molestan y ofrecen unos sistemas de raíles muy cómodos en su colocación y muy estéticos.

Quizá de cristal para que no "pese" tanto visualmente.

Hasta he pensado en unos simples paneles japoneses, que son muy bonitos, modernos y económicos.

Aunque si encontrara un portón de madera antiguo ya me las ingeniaría para adaptarlo a el hueco disponible.

El caso es que estoy hecha un lío, no me doy decidido. 
Aquí dejo unas fotos para que os hagáis una idea y si os apetece podéis echarme una mano y darme vuestra opinión.
Espero pronto poder mostraros mi esperada PUERTA.