sábado, 24 de noviembre de 2012

¡ A COMEEEEEER !


En la distribución original de mi casa, de 127 años, todo giraba en torno a la lareira (donde cocinaban) y a una mesa. En la cocina se resguardaban del frío, comían, charlaban, recibían y practicamente de todo.
En los setenta las cocinas se redujeron a la mas mínima expresión, la revolución femenina se quiso despegar de este espacio que las tenia un poco relegadas a su labor de amas de casa.
Actualmente volvemos a darle la importancia que se merece a esta sala en donde disfrutamos cocinando, comiendo con la familia, recibiendo a nuestros invitados y extendiéndonos en largas sobremesas.
Ya podemos aunar la funcionalidad de las cocinas del siglo pasado con los diseños de hoy en día para crear un espacio acogedor, practico y moderno, donde se realiza gran parte de la vida diaria.
Varios metros de encimera, sitio para almacenar, prácticos electrodomésticos y una gran mesa son los imprescindibles en tales estancias del siglo XXI.
Infinitos estilos, colores, formas y diseños, todo vale, mientras nos resulte practico y agradable.
En mi cocina he intentado mantener el estilo rustico original, mezclandolo con detalles modernos, consiguiendo un refugio en el que me apetece pasar mi tiempo con mi familia y amigos.


No dejes que la tuya sea un lugar frío y desangelado donde realizas esas tareas  tan monótonas y transformarla en un oasis de inspiración y buenos momentos.

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