Uno de los principios fundamentales de este arte es que la decoración sea libre y liviana, manteniendo siempre el orden y la limpieza.
Deberíamos mantener el acceso a nuestro hogar despejado, prestar una cuidada atención a la ilumunacion, para no crear espacios de penumbra, y dejar que niños y mascotas se muevan con libertad por toda la casa, pues son una excelente fuente de energía positiva.
En el dormitorio no es conveniente tener espejos ni aparatos eléctricos, que enturbian nuestro descanso.
En la cocina es bueno evitar exponer objetos con filo o punta (cuchillos, abrelatas, etc..) y que las mesas sean de mármol o cristal.
El salón, por ser la sala familiar por excelencia, es la habitación ideal para exibir adornos y recuerdos, para potenciar el amor es aconsejable colocar piezas por parejas (dos jarrones, los cojines pares,etc...) y algo muy importante es no tener objetos rotos ni cuencos o jarrones vacíos.
La peor zona según este arte es el baño, por el se escapan muchas buenas energías, tenemos que llenarlo de calidez introduciendo elementos de madera, frascos de sales de baño y, si posee luz natural, plantas.
Puedes creer en las energías o no, pero como decimos los gallegos de las brujas "habelas hainas", lo mas importante es que la principal filosofía del Feng Shui es la misma que la mía: los hogares y objetos son para vivirlos y disfrutarlos.
No renunciemos a aprovecharnos de la energía positiva que tanta falta nos hace.
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